jueves, 29 de octubre de 2009

Compasión: Crónica de un ambulatorio

Acababa de dejar de llover y había salido el sol. Desde mi trono administrativo notaba como subía el olor a suelo mojado por la ventana abierta.

Allí estaba, una cara de susto, despeinada, con los ojos brillantes y una mano en la cabeza, me miraba. No dijo nada, esperó a que terminara mi partida.

-Dime

-Nada...venia al medico...

-Déjame tu tarjeta o dime tus apellidos que te busco.

No dijo nada.

-Venia al medico...

-Dime como te llamas...

Me dijo su nombre, lo busqué, no aparecía por ningún lado. Se lo dije y se quedó pasmado. Decía que había nacido en Zaragoza, y que llevaba poco tiempo aquí, y que dormía "aquí, a la espalda del edificio"



No le di importancia, y le dije que si no le encontraba no podía verle al medico, a no ser que me diera un DNI y le buscara...pero negó con la cabeza...No tenia ningún documento...



La actividad en la ventanilla se paró y las partidas de chinos entre mis compañeras se acabaron y encendieron el radar para comprobar que pasaba...



El chaval se cansó y se sentó en un banquito.



Por fin le encontré. Efectivamente era de Zaragoza, y tenia 18 años. Le llamo y le digo que ya le tengo en el sistema, le puede ver el medico, "Necesito que me digas, que te pasa, para decírselo al doctor"

- Necesito que me saquen sangre, me duele la cabeza y quiero saber que me pasa.

- ¿Tienes algún síntoma de gripe? ¿Vómitos? ¿Diarrea?

- No, me duele la cabeza....



El doctor me autorizó y le mande para arriba.



Mis defensas, se estaban rompiendo, tenía a las torretas de hielo centradas en las tropas más lentas, mientras que las tropas rápidas entraban a raudales sin ser ralentizadas por ellas... Por suerte tenia al final de las defensas, dos cañones láser que se cepillan a todos...



Un "Perdona", con tono amenazador, surgía del altavoz, y salte de la silla, no me esperaba una voz así.

-Este chico acaba de salir del centro, esta llorando y esta solo en la calle. ¿Que le habéis hecho?

- Señora, acaba de bajar de ver al médico...no se que le habrá dicho.

Se asoma por la ventana, la cara de susto.

- No me quiere sacar sangre...Me ha gritado....

La señora desaparece como si fuera el correcaminos (incluso dejó el rastro de las suelas en el suelo...) y me enfrento a la situación.

-Vamos a ver,  solo te pueden sacar sangre para ver que tienes, mañana por la mañana, por que tienes que estar en ayunas, además las enfermeras ahora no pueden pincharte, por que solo lo hacen por la mañana. De todas formas, si tienes que sacarte sangre, te tienen que dar un papel, dámelo y te cito.

- No tengo ningún papel, el doctor me ha gritado y me ha echado de la consulta.

- ...

Se sentó de nuevo en el banco y miró los carteles.



Me levante para sacar unos papeles de la impresora, y me gire para verle. No estaba. Se habrá ido a casa...



Eran ya las 16:30, la hora del bocadillo se acercaba, como todas las tardes, salía por la puerta dirección al parque del General, pero una señora me paraba y me decía que había un chico llorando en una calle.

Efectivamente, allí estaba, temblando, no me había fijado en como vestía, pero su chándal Adidas, su jersey raído, y sus zapatillas de diferentes colores y del mismo par, le delataban. Estaba fumando y tenía la cara manchada de sangre. Cuando me vio, se restregó la sangre que le salía por la nariz, como un niño que se quita los mocos. Comenzaba a entender las cosas...

La gente nos miraba, también es cierto que en un barrio rancio y de gente bien, todo el mundo te mira, y mas si esta sentado en el suelo.

Ahí estábamos, los dos, el fumando y yo mirándole. Era como un gato con miedo, sus ojos temblaban, acababa de llorar, aun le quedaba lagrimas. Sus manos temblaban, aunque temblaba mas la que sujetaba el cigarrillo, creo que ni era adicto al tabaco, no sabia fumar. Me explicaba que era de Zaragoza, que había venido a Madrid, que quería vivir en la calle, se había escapado de casa, y le estaban buscando. "Soy el que sale por la tele" pero no quiero volver, me gusta la calle."¿Has comido?" "Hace días que no como nada, pero estoy bien, gracias" El bocadillo que me iba a hacer, realmente me sobraba y a él le faltaba."Vente conmigo adentro, que te va a ver otro medico"

Era como tirar de un pobre animalito con miedo. Se abrieron las puertas automáticas, y allí estaban mis compañeras viendo el espectáculo, como si fuera el teatro.

- Siéntate, y comete eso, ahora te aviso y subes.

El cristal nos protegía de todo, pero había cosas de las que no nos protegía, y esa era una de ellas...

Mis compañeras me preguntaron, y les conté lo sucedido. Una de ellas, enseguida descolgó el teléfono y empezó a pelearse con la persona del otro lado. Yo estaba ausente, haciendo citas como un robot. Me golpean en el cristal, y era él. "Me voy fuera, que necesito respirar"



Al minuto aparecen dos policías y me hacen salir fuera, discretamente (lo que permite un uniforme amarillo y un casco de moto) me dicen que quien era el chaval, que donde estaba. Le señalo y van hacia el. Yo desaparezco y ya me entero de todo. El SAMUR estaba en camino, y dos coches patrullas además. El doctor había llamado diciendo que ese chaval, tenia algún tipo de trastorno, quizás Esquizofrenia o algún tipo de brote psicótico, y que quería que le sacaran sangre de la cabeza, que le dolía, y tenia un coagulo y se lo tenían que quitar. Evidentemente, el doctor le dijo que no, y discutieron, el chaval se puso nervioso y salió. De ahí que tuviera sangre en la nariz...había intentado quitarse el "coagulo" el solo.



Las ambulancias llegaron y su cara de susto crecía por momentos, me miraba, no sabia donde mirar. Le subieron a la ambulancia. No se me olvidara nunca esa última mirada, vidriosa, asustada. Y ahí desapareció.



A las 18:00 aun seguían ahí, pero esta vez había otra ambulancia mas, y dos coches de policía. Asomé la cabeza por la ventana y vi a un grupo de policías, abrí la ventana y solo pude oír "Hijos de puta, no he hecho nada, dejadme en paz"

Le tenían esposado en el suelo, boca abajo, con las botas en la espalda. Le cogieron como un saco de patatas, y como un ovillo se metió en el coche.



El informe fue tremendo.



-Perforación de la nariz con dedo índice.

-Trastorno psicológico por determinar.

-Brecha en la barbilla y en la cabeza.

-Agresión a médico del SAMUR







-...

2 comentarios:

  1. Brutal tio, me lo he leído del tirón y ahora tengo mis ojos con chiribitas...

    Ahora es cuando un dice: Amanece, que no es poco...

    pd: deberías crear un blog solo para contar las peripecias en el hospital... y para dar voz a los que no la tienen... como ahora.

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  2. Estoy absolutamente flipada...mañana me cuentas bien. Uf, qué escalofríos al leerlo, impresionante...

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